Enrique Moles Ormella (Barcelona, 1883 – Madrid, 1953), farmacéutico, químico y físico español, considerado el químico más relevante de la ciencia española anterior a la Guerra Civil.
Estudió Farmacia en Barcelona y Madrid, fue pensionado por la Junta de Ampliación de Estudios para trabajar en Alemania, y allí permaneció entre 1908 y 1911. Se licenció en Farmacia en Barcelona en 1905 y se doctoró en la misma disciplina en Madrid en 1906.
En 1907 es profesor auxiliar supernumerario gratuito en la Universidad de Barcelona y pensionado en Alemania por la Junta de Ampliación de Estudios; traduce varias obras de bacteriología y patenta algunas medicinas; en colaboración con Antonio Novellas escribe Formulario-guía de Farmacología, Terapéutica y análisis químico-farmacéuticos (1908) y se doctora en Ciencias Químicas en Leipzig con Wilhelm Ostwald (1910), en ciencias físicas en Ginebra con Guye (1926) y en Químicas en Madrid (1922).
En 1927 ganó la cátedra de Química Inorgánica de la Universidad Central, que desempeñó hasta 1936. En 1934 entró como miembro en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales con un discurso Del momento científico español 1785-1825. Fue jefe de la sección de Química Física en el Laboratorio de Investigaciones Físicas que dirigía Blas Cabrera.
Investigó fundamentalmente en la determinación de las masas atómicas de los elementos por medio del método de las densidades límite de los gases, aunque también se ocupó de otras materias, como la determinación de los volúmenes moleculares. Esto le valió los premios internacionales Cannizzaro, Van’t Hoff y Solvay. Organizó importantes eventos científicos, como el IX Congreso Internacional de Química Pura y Aplicada que se celebró en Madrid del 5 al 11 de abril de 1934.
Perteneció a varias academias de ciencias extranjeras y desempeñó la secretaría de la Comisión de Pesos Atómicos de la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada. Se le atribuyen 262 publicaciones científicas, muchas de ellas en los Anales de la Sociedad Española de Física y Química.
Su labor docente fue excepcional; fue el maestro de las nuevas generaciones de químicos españoles. Durante la Guerra Civil fue director general de pólvoras y explosivos del gobierno republicano. Cuando finalizó la contienda se exilió en Francia, y a su regreso a España en 1941 fue encarcelado, para ser liberado en 1945.